viernes, 11 de abril de 2014

¿Quién se esconde detrás de las marcas blancas?

¿QUIÉN SE ESCONDE DETRÁS DE LAS MARCAS BLANCAS ?

Obligado a apretarse el cinturón, el consumidor medio busca más, compara más y se piensa más en qué y cómo gastarse su dinero.
El incremento de las marcas blancas se convierte en una realidad en España, más aún con la situación crítica que vivimos hoy.
Pues….  qué diferencia hay entre los productos blancos y los de marca de supermercado? A la marca blanca se le llama también marca de distribuidor; con este nombre se venden los productos de distintos fabricantes.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA CONSUMIR A GUSTO?

NO VAYAS DE COMPRAS PARA ENTRETENERTE
Los centros comerciales han convertido la compra en una forma de diversión. Tenemos que recordar que el mundo comercial está diseñado para avivar el deseo de comprar. Conclusión: vaya de compras sólo cuando busque algo en particular, y céntrese en eso.
USAR CON CUIDADO LAS TARJETAS DE CRÉDITO
Con ellas es más fácil comprar sin pensar en las consecuencias: pagar por completo los saldos todos los meses.
Averiguar cuáles son las tasas de interés y los cargos de sus tarjetas, buscar otras menos costosas. Para compras grandes es mejor no usar la tarjeta, sino ahorrar y pagar al contado.
CONOCER BIEN LA SITUACIÓN ECONÓMICA
Mantenga al día los registros. Elaborar un presupuesto mensual realista basado en sus ingresos y sus gastos pasados.
Vigilar lo que gastamos y comparemos con el presupuesto.
PROTEGER A LOS HIJOS DEL CONSUMISMO
Los jóvenes son un blanco especial de los publicistas, y es que están comprando más que nunca. Tan sólo en Estados unidos gastan miles de millones de dólares al año. Así pues, ¿ cómo podemos actuar?
No es fácil aislar a los hijos de la publicidad. Los publicistas no están pensando en ellos, las compañías sólo quieren su dinero. NO CEDER A LA PRESIÓN
Los niños te presionan para que compres. Pero no debemos rendirnos, aprenderán que no se les comprará todo lo que quieran.

¿POR QUÉ COMPRAMOS?
En una encuesta internacional publicada en 2012, la mitad de los encuestados admitieron haber comprado lo que no necesitaban. Dos terceras partes respondieron que les preocupaba el consumismo de la sociedad actual.
Al planear una compra, el consumidor suele crearse elaborada fantasías sobre la búsqueda del artículo y lo que sentirá cuando lo encuentre y lo posea.
¿Qué podemos hacer para no caer y reaccionar a tiempo?
Pongamos a un lado las emociones y comparemos las promesas publicitarias con la realidad.

ESTHER MANZARRAGA
AMAIA IRAGORRI




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